domingo, 11 de abril de 2010

Domingo sin sol.

Llueve, llueve con la misma intensiad de la que lloro.
Doce lunas despues y nace un cierto misterio dentro mi,
San Luis Potosi, Domingo 11 de Abril, a unos cuantos minutos de que el cielo
no aguantara ese color negro salado, llueve, cae dentro de mi cara esas gotas que impiden cazar estrellas bajo la ligereza de una sombra de arbol, de una jacaranda : La mujer escribe. La mujer escribe porque piensa que ya todo ha terminado.
La mujer soy yo.
Escribir es un puente a la parte desconocida, hacia otro lugar de mi que desconocía.

La mujer cree que su historia podrá gustarle a alguien insatisfecho; se imagina que sus palabras sólo serán leídas por ella y si acaso un día serán leídas por el olvido.

Las gotas de lluvia liberan esa ociosidad de  ahogarme en el sinsentido, la ociosidad es la madre de todos los vicios.
Como odiarte?  si vivo en la humedade habitual de mis ojos negros, como odiarte?
La mujer cree que contando se convertira en la voz justiciera de la ciudad.
Y de una vez por todas burlarse de su ingenuidad.
Lo cierto , se me había olvidado, La mujer, Mariajose, yo, he estado esperando un mensaje.
Pero el mismo vacio me impide leer las palabras.
Absolutamente todo, es un misterio, dicen que sufro de locura.
De locura por perdonar : es buscar donde no hay... y encontrar.
Es saber aceptar y renunciar.
Es saber amarte y dejarte ir.
Entre el amanecer y el atardecer hay un instante en que tu y yo  somos dos puntos identicos en un planeta solitario.
Y mientras tanto sigue lloviendo, de la misma intensidad que me deje ir por tus palabras, no tus actos, actos son amores, solo diste abrazos, abrazos mas palabras, jamas actos de amor,  un abrazo es una estrella del día.
Y mientras seguira lloviendo me permitiré en acordarme de tí, en lo dificil  que es perdonar, aun cuando no te han pedido perdón.
Disculpa.... aveces no se como detener mi pensamiento por ti.

La mujer, esta mujer que escribe, yo, sufre en una doble dimensión, pues una parte del sufrir es la espera, la pregunta y la escucha. y la otra dimensión es querer recuperar mi corazón regalado o robado.
Esa busqueda infinita de respuestas a las preguntas es la base del sufrir, pregunta y pregunta y mientras tanto la cara es lluvia, sus pensameintos son esas nubles que impiden platicar con el Sol.
Dejaré de preguntar, dejaré de adivinarte, dejaré de pensar en ti.  Asi creceré.
Crecer es darle la bienvenida al día.
Dejaré de esperar la esperanza.
Te dejaré ir.

La lluvia nos ha dejado atras, ha dejado de llover.
La lluvia ha dejado de llorar.

La mujer cree que si llora, no pasara nada.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

... dile a esa mujer...=), que no solo el olvido la lee...

muy bonito post, muy "catarsico"...

=)...

Anónimo dijo...

´

Manolo Márquez dijo...

hey...Para de sufrir!!! Me gustó que parece que aceptas el cambio pero no olvidas lo vivido. Creo que en verdad el sufrimiento es un momento prolongado que no se puede dividir en estaciones. Lo único que podemos hacer es registrar sus caprichos y escribir la crónica de su retorno.